De cenar hay langostinos. Son unos bichos gigantes; unos señores muy importantes y que no hacen mucho daño. Los he visto en la cocina junto a los embutidos de ristra, el jamón y los quesos. Esta noche también hay mújol y saladillos. Imagínate.
El plato principal es Bacalhau à Brás acompañado de un Racknitz Traiser Rotenfels del 2011. Con todo lo que hemos comido hoy, me temo no llegar al postre, pero seguro que sí.
Incluso puede que después repita, ¿si?