El viernes hizo cuatro meses desde que dejé de fumar. De la noche a la mañana, me desenganché. Fue en Semana Santa. Aproveché mi estancia en la granja de Anne para cortar por lo sano. Además utilicé mi experiencia como workawayer para escribír dos artículos para Berlín Amateurs. Uno lo publiqué como Elsa y el otro como Wilma. Huhu. Ayer tenía unas ganas locas de fumarme un cigarrillo, pero en lugar de correr a la calle a comprar tabaco, decidí quedarme en casa y lidiar con la ansiedad.
Si he de escoger, lo tengo bastante claro, ¿y tú?