Este post se lo dedico a esos hijos y a esas hijas de la gran puta, quienes no hacen absolutamente nada por romper las normas, aceptando a pies puntillas el orden social establecido. Y a quienes sí se atreven a meterse conmigo. ¡Valientes!
Y que todavía tenga que defenderme de las mismas mongoloces.