Me gusta ser Wilma, yo diría que hasta me pone cachonda, porque es una mujer todoterreno que no tiene miedo a descubrirse a sí misma.
No hay que hacer las cosas por agradar (o disgustar) a otros, sino por agradarnos a nosotros mismos. Hasta hace bien poco, pensaba que la seguridad en la vida te la daba una pareja, que la gente me apoyaría en Facebook y que no tardaría mucho en encontrar un trabajo.
¡Nada más lejos de la realidad!
Soy rebelde, está en mi naturaleza y no puedo cambiar.
Photo: MIGUEL PRADOS
Tampoco quiero, vaya.
Cuentos Mandarinos 