Tan solo la última semana recibí unas doscientas cartas del puñetero Jobcenter, además de dos llamadas telefónicas, la primera a las ocho de la mañana del pasado martes para anular la cita programada para hoy.
¡Pero qué membranas más grandes que tienen!
Puede que no sean de otro planeta, pero parecen de otra especie. Creo que los más retrasados, se reproducen por esporas, como los hongos. Y no me refiero a las setas alucinógenas sino al asqueroso moho, tan difícil de eliminar. Algunos huelen igual de mal, se lo aseguro.
La segunda llamada se produjo horas después.
No veo el momento de subirme al avión. Antes me daba miedo volar, pero a todo se acostumbra una. Bueno, a casi todo. En el infierno hace un calor espantoso.